AGUAS PROFUNDAS.

Adentrarte en estas páginas enriquecerá de modo insospechado tu modo de vivir los sacramentos. En particular, la penitencia y la Eucaristía, que son los que el cristiano recibe con mayor frecuencia durante su vida. Pero también, acabada esta lectura, entenderás mejor la hondura de tu vocación cristiana como bautizado y confirmado; y la enorme vocación que supone, para muchos de nosotros, la llamada, sea al sacerdocio o al matrimonio. A través de estas páginas veremos cómo la Iglesia ha custodiado fielmente la gracia que Cristo instituyó en los siete sacramentos, y de qué manera ha profundizado en ella para evitar malas interpretaciones. Una labor en la que la Iglesia se ha esmerado, dado que los sacramentos son el camino al Cielo, y, a la vez, con ellos el hombre empieza a disfrutar aquí algo de lo que será la gloria. El cristiano, tras recibir la unción de los enfermos, el último de los sacramentos, ya solo aguarda la visión de Dios y la resurrección de su carne.